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Los precios han restado al consumidor poder adquisitivo para la alimentación

Desde que empezó la crisis, el gasto del consumidor en comida y en bebida se ha mantenido bastante estable. En 2012, según datos recientemente publicados, el gasto medio por consumidor fue de 1.468 euros en esta materia; según los datos de la industria alimentaria, apenas 4 euros menos que cinco años antes.Sin embargo, la merma en el poder adquisitivo ha sido considerable: el Índice de Precios al Consumo se incrementó en el mismo periodo un 7%. Y no hay que olvidar que la economía de los consumidores se ha degradado sobremanera.

La crisis está pasando factura en lo más básico. Comer y beber es más caro; solo de 2012 a 2013 el incremento medio de precios ha sido del 2,6%. Pero no es necesario recurrir a las estadísticas, el día a día en las compras del consumidor lo pone de manifiesto. Aún así, el gasto medio se ha mantenido con pocas variaciones, lo que indica que hay materias en las que el consumidor no se puede apretar más el cinturón, aunque como se ve en los datos, ya se ve obligado ha hacerlo. 

Una parte importante del gasto familiar

La cifra de gasto medio en comida y bebida, 1.468 euros, resulta más cruda si se pone en contexto. Según los últimos datos del INE, basados en cifras de 2010, el suelo más habitual en España ronda los 1.374 euros por mes, lo que supone que más de una mensualidad se va en comida. Según la Encuesta de Presupuestos Familiares, en 2011 el gasto en este concepto ocupó el 14% del total del desembolso anual de las familias.

Pero más allá de la media hay que considerar quienes solo cobran el salario mínimo, que en 2012 fue de 748,30 euros (en 12 pagas), lo que supone destinar dos meses de trabajo al gasto en comida y bebida medio. Y para los parados que solo cobran la prestación de 400 euros, la alimentación implicaría destinar más de tres meses y medio de ingresos para estar en la media. Una situación dramática si se tiene en cuenta que hay cientos de miles de consumidores españoles atrapados por su hipoteca o por productos financieros tóxicos.

 

Evolución gasto en alimentación (Fuente: FIAB)

2012

1.468 euros

2011

1.471 euros

2010

1.460 euros

2009

1.501 euros

2008

1.472 euros

 

 

Más crisis, más marcas blancas
La crisis sigue modificando los patrones de consumo de los consumidores. Aunque se mantiene el gasto medio, los consumidores han orientando su demanda hacia productos más básicos y hacia los de marca de distribuidor (lo que se conoce como “marca blanca”). Dichas marcas han visto aumentar su cuota de mercado hasta el 41,2%. Esta cifra contrasta con la media de la Unión Europea, donde la  “marca blanca” tiene un 35,6% de cuota de mercado.
Las “marcas blancas” ofrecen en muchas ocasiones una buena relación calidad-precio, por lo que son una buena opción para el consumidor frente a marcas consolidadas con precios más elevados.
Como se ha visto, el consumidor en tiempos de crisis busca ajustar al máximo sus gastos también el alimentación y actúa de forma más racional. La crisis está trayendo un nuevo tipo de consumidor, más crítico y responsable, que modifica sus hábitos y defiende mejor sus derechos. Sin embargo, hay un límite en este ajuste, y este es en la calidad de la alimentación, que repercute en la salud. ¿Hasta cuándo podrán soportar esta situación los consumidores más humildes?

 

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