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Los consumidores siguen apretándose el cinturón... ¿Hasta cuándo?

La crisis no cesa, y los consumidores adecúan su gasto a la realidad, aunque esta cada vez se haga más cuesta arriba. Según la encuesta de presupuestos familiares del Instituto Nacional de Estadística, en 2012 los consumidores recortaron su gasto en lo “accesorio” (vehículo, ropa, vacaciones) y lo incrementaron en algo tan básico y de primera necesidad como la electricidad, no por voluntad propia, sino porque no dejó de subir durante el pasado año.

¿Hasta cuándo y hasta dónde van a poder asumir los consumidores la limitación de su capacidad de gasto? Esta es la pregunta que surge al ver los datos del INE, que desmuestran que los consumidores siguen ajustando su presupuesto familiar hasta donde pueden, pero ya se están alcanzando límites en algunos sectores. Los consumidores ahorran en lo más “prescindible”: ropa y calzado (-10,2% respecto a 2011), muebles y mantenimiento del hogar (-9,3%), y cultura y ocio (-9,8%). Esta claro que en muchos hogares españoles los zapatos se usan hasta que no queda suela, y en cierta manera supone una actitud de consumo responsable. Sin embargo, recortar en cultura, algo inevitable tras la subida del IVA al 21%, poco bien va a hacer a la sociedad en su conjunto.

 Conceptos en los que es imposible ahorrar

De media, los hogares españoles gastaron 1.000 euros menos en 2012 que en 2011, siendo los hoteles, cafés y restaurantes donde más se ahorró (casi 200 euros) y en cultura y ocio (182 euros). 

La encuesta del INE refleja también que los consumidores son víctimas de las subidas que han experimentado los servicios de transporte (26 euros más de media) y la energía (43 euros más). En el caso de este último concepto, hay que recordar que a lo largo del año 2012 el precio de la electricidad se saldó con una subida del 17,7%. Resulta imposible para el consumidor, aún ahorrando al máximo -y todo ahorro tiene un límite-, rebajar el gasto en este campo si los precios no dejan de subir. 

Otros conceptos en los que los consumidores gastaron más fueron en educación -a considerar el incremento de tasas- y en salud -las fórmulas de 'copago' se dejan notar-. En alimentación, el capítulo más sensible, los consumidores apenas pudieron ahorrar un 0,2%, lo que demuestra que no cabe margen. Desde ADICAE se aboga por un nuevo consumidor crítico y responsable, pero queda claro que ciertas medidas suponen que los consumidores deban afrontar más gastos, quedando neutralizado el posible ahorro que las familias demuestran esforzarse en hacer.

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