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El gas, próxima amenaza para el bolsillo de los consumidores

El sector del gas acumula un déficit de tarifa de más de 800 millones de euros. Este es el desfase entre los ingresos a través de la factura de los consumidores y los costes de las compañías previsto para 2014. En el sector eléctrico, las medidas para paliar esta deuda -mucho mayor, de 30.000 millones de euros- con las empresas energéticas ha pasado por aumentar la parte fija del recibo. Con el gas ha pasado algo similar: en diciembre de 2013 se aprobó una subida del 2,3% de esta parte del recibo. Sin embargo, los consumidores con Tarifa de Ultimo Recurso (TUR) de gas natural no lo notaron, ya que la parte variable de la factura, la correspondiente al coste de la energía, se abarató en un 3,2%.
Según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el déficit del gas podría convertirse en “estructural”. Este riesgo se ve acrecentado porque el gas es también materia prima para generar electricidad en las centrales de ciclo combinado, y estas no lo están demandando como estaba previsto. Además del déficit, otra gran diferencia con el sector eléctrico es que, en el mercado del gas, la mayoría de clientes se encuentran en el mercado libre y no en la Tarifa de Último Recurso, que es la regulada por el Gobierno. Así, a octubre de 2013, el número de consumidores suministrados a precio libre era de 5.303.124 (aumentan en 50.528 con respecto a junio de 2013), lo que supone el 71,4 % del total de usuarios de gas, mientras que los consumidores suministrados a TUR son 2.124.190 (disminuyen en 63.917 con respecto a junio de 2013), lo que representa el 28,6% del total de clientes.
Esta preferencia por el mercado libre se puede deber a dos circunstancias. En primer lugar, la implantación del gas natural en España es relativamente reciente, lo que hace que no haya tantos consumidores “de toda la vida”, y por tanto, que los que se captan nuevos contraten en su mayoría con el mercado libre, que es el que promocionan las comercializadoras.
En segundo lugar, no menos importante, la comparación entre los precios en mercado libre y en TUR arroja escasas diferencias. La TUR para un consumo de 6.000 Kwh al año está en 511,82 euros; cuatro ofertas para pequeños consumidores en el mercado libre están por debajo de este precio (la que ofrece mejor precio, por 19 euros menos al año), dos lo igual, y otras dos lo superan (la máxima diferencia es de 30 euros más caro por año).
Consumidores alerta
Las empresas energéticas, según se desprende de sus declaraciones a la prensa, tienen su propia fórmula para sanear el déficit del gas. Aunque solo el 30% de la población tiene contratado gas natural, el 76% vive en localidades con acceso a este combustible. Por tanto, su estrategia pasa por intentar captar a todos estos consumidores potenciales para mejorar las cuentas del sistema. Los consumidores tienen que estar prevenidos para la posible ofensiva comercial que esto va a conllevar. Deben exigir que se le expliquen bien las condiciones del contrato, si el precio ofertado se va a mantener en el segundo año de contrato, y si la oferta lleva aparejada la contratación de algún servicio de mantenimiento.
La otra vía para paliar el déficit del gas podría pasar por aumentar la parte fija del recibo por parte del Ministerio de Industria. Como se ha visto en el caso de la luz, dar más peso al término fijo supone penalizar el posible ahorro de los consumidores, ya que estos podrían ver como, aún reduciendo el consumo, pagan igual o más por el gas. Por ello, una reforma de este sector debería contar con la opinión de los consumidores, de manera que el precio del gas sea lo más justo y razonable posible para los hogares.