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Coches a butano, alternativa de momento para conductores que hagan muchos kilómetros

Son vehículos llamados 'bifuel', constan de dos depósitos de carburante, uno con gasolina, y el otro con una mezcla de gas butano y propano denominada por sus comercializadores 'autogás', y que se ha posicionado como combustible alternativo con buenos resultados para determinado perfil de conductores. Así, no es de extrañar que la patronal que está detrás de los gases licuados de petróleo (básicamente, las mismas comercializadoras de las gasolinas y el butano) haya emprendido una campaña de promoción del autogás a nivel estatal, vía internet y redes sociales.
Extraido de su web: "Actualmente el autogás es utilizado por diferentes tipos de vehículos (particulares, taxis, flotas públicas y privadas, ambulancias, autobuses, autoescuelas, vehículos de mantenimiento urbano, carretillas, etc.) lo que lo convierte en un combustible alternativo flexible, que gracias a su eficiencia, economía (ahorros de hasta un 40% en el coste del combustible), limpieza (reducción de emisiones de CO2, Nox y partículas) y disponibilidad, se posiciona como el carburante ideal para cumplir los objetivos actuales en cuanto movilidad urbana sostenible".
Así lo manifestaba José Luis Blanco, director general de la Asociación de Operadores de Gas Licuado de Petróleo (AOGLP) en el marco de la Jornada sobre Eficiencia Energética en la Movilidad y Transporte Urbano realizada por la Dirección General de Industria, Energía y Minas de la Comunidad de Madrid. Durante su ponencia, se ha referido a la evolución que ha experimentado el sector del Autogás en nuestro país: "cada día son más los conductores que se unen al uso de Autogás, que ascienden actualmente en España a 25.000”.
El Autogás es el combustible alternativo más utilizado en el mundo, con más de 21 millones de vehículos, de los que 10 millones se encuentran en Europa. La tendencia en este sentido es seguir aumentando, de forma que las previsiones para 2015 apuntan a que en España existan unos 100.000 coches y 1.000 puntos para repostar. En el último año el consumo de Autogás experimentó un crecimiento en España de un 30%.
No es oro todo lo que reluce
Pero este panegírico de los vendedores es, cuanto menos, exagerado. Es cierto que el autogás es un combustible seguro y limpio, y, de momento, relativamente barato (alrededor de 70 céntimos el litro). Pero el consumo de carburante es mayor, obliga a repostar con mayor frecuencia, y aquí está la primera desventaja, consistente en que no siempre es fácil encontrar una 'gasolinera' de gas licuado para repostar; afortunadamente, el sistema pasa automáticamente de gas a gasolina, con lo que no hay riesgo de quedarse tirado, pero ya nos obligamos a hacer kilómetros con gasolina.
Derivado de esto, la segunda desventaja. El precio de venta de los vehículos con doble depósito, o la adaptación de un vehículo estándar para consumir 'autogás', supone un sobrecoste estimado en alrededor de dos mil euros. Y como el carburante es más barato, pero gasta algo más, para que se note el ahorro el vehículo tiene que ser 'correcaminos', hay que hacerle kilómetros al coche para amortizar la inversión. Se calcula que a partir de 50.000 kilómetros ya empieza a compensarle al consumidor el uso de butano y propano como carburante.
Sí que es cierto que el uso de autogás parece ser más amable con los motores y con la mecánica del vehículo, y que hay experimentos que permiten combinar gasóleo diésel con autogás para configurar un carburante especialmente barato y mucho menos contaminante. Sin embargo, y de momento, sólo aquellas flotas profesionales que aseguren miles de kilómetros o aquellos conductores pegados al volante tienen asegurada la rentabilidad con esta tecnología.